martes, 22 de diciembre de 2015

Lavorare stanca - Diana Bellessi

Tan colorado terminó el día
de trabajo alzando una pérgola,
exhausto estaba y sentadito
bajo el porche de su casa dijo
mirando el cielo: “es éste un sol
de justicia”, y como si el cansancio
se le fuera, se rió, contento
del trabajo y de la frase, yo,
colorada también por leer
unos poemas de Viel olvidándome
del solazo a mediodía reí
en franca comunión con la frase
antigua, con el amor que viene
de repente y se lleva todo, 
desconfianza o palidez del alma.

Del libro Tener lo que se tiene.

Diana Bellessi

lunes, 21 de diciembre de 2015

Pernocte - Hugo Zonáglez

Le hablo  
a un intercomunicador 
pido una habitación 
me pregunto 
si los anónimos somos nosotros 
o los que están del otro lado 
por un buzón 
aparece una llave con un número 
caminamos por pasillos alfombrados 
desodorante de ambiente 
puertas blancas numeradas 
todo parece estéril 
quizás 
la entrada a cualquier mundo 
sea de esta manera 
abro la puerta 
con un pequeño empujón 
las luces rojas 
bañan cada mueble 
la cama parece 
una bolsa de cuero 
rellena de agua 
con cada movimiento 
hace un sonido 
como si también 
tratara de devorarnos 
los espejos partidos 
divididos en lugares 
que nunca hubiese imaginado 
me siento como si fuera 
Conan el Bárbaro 
solo 
encerrado en una cueva 
con un monstruo intocable 
que se desvanece 
al querer atravesarlo con la espada 
a lo mejor 
debería romper los espejos 
para que esta noche 
no haya monstruos.



miércoles, 16 de diciembre de 2015

DESEAR TENER PERDER

Desear tener perder
casi inmediatamente
volver a desear
desearte a vos
hasta que no sienta
nada

Tirarme al sol
que el calor sea aplastante y parejo
me cubra palmo a palmo
sin demandar mi vida a cambio

ser feliz
con esto que me queda

Marta Miranda

martes, 15 de diciembre de 2015

El que no aprende nunca

El que no aprende nunca toca el fuego,
el que no aprende nunca da una mano,
el que no aprende nunca vuelve a andar.

El que no aprende nunca se golpea
contra una pared y con la otra
y después con la otra y con la otra
y sigue caminando.

Raúl Gustavo Aguirre


lunes, 14 de diciembre de 2015

A metros del poema / Víctor Cuello

a metros del poema
mi viejo lava su único par de zapatillas

habla y habla

dice esto
dice esto otro
dice aquello

y no deja de hacer ruido con el cepillo
mientras lava su único par de zapatillas

quiero concentrarme en la lectura

el poema es de un autor famoso
el libro es un libro famoso

mi viejo es a penas un jubilado
que lava su único par de zapatillas

pero no puedo

a pesar de que ya no habla
a pesar de que el silencio se apoya en el pasto
no puedo concentrarme en el poema

toda mi atención está en la palangana
en mi viejo y en las gotas de agua
salpicando el pasto

cierro el libro

para qué dejarlo abierto

el poema
ahora
es un hombre
que lava 
su único par de zapatillas.


Víctor Cuello

jueves, 10 de diciembre de 2015

Me he dado cuenta de que basta estar con los que uno quiere

Me he dado cuenta de que basta estar con los que uno quiere,
Me basta demorarme al atardecer con aquellos que quiero,
Me basta sentir cerca la hermosa carne, la carne que es curiosa, que respira y que ama.
¿Pasar entre la gente y tocar alguno, o rozar con el brazo el cuello de un hombre o de una mujer, no es esto mucho?
No pido otra alegría, nado en ella como en el mar.
Hay algo en estar cerca de hombres y de mujeres y de mirarlos,
y en su contacto y en su olor, que es grato al alma, 
Todas las cosas son gratas al alma, pero esta es la más grata.

Walt Whitman


1: Poema del "Libro del engaño y del desengaño", Jorge Aulicino

1
Qué harás con los días sucios y fríos,
cuando el gato trepa a la ventana
y el tiempo recorta con salvaje continuidad
el perfil de los edificios en la ceniza del cielo.

Apenas dos o tres días, y la habitación luce desordenada, desierta,
ruedan por el suelo pelusas y fragmentos de hojas secas y la tierra
que entra por las rendijas, ávida de habitar los huecos
grises del pensamiento que no ha sido tratado durante semanas.
Amplia de alas y de rimas, la literatura abandonada.
Qué harás con los días si te dan la oportunidad.

Pedí misterio, leguas.
Pedí divinidad.

Libro del engaño y del desengaño, Jorge Aulicino, ganador con este libro del Premio Nacional de Poesía (2015).
http://www.telam.com.ar/notas/201512/128768-jorge-alucino-premio-nacional-de-poesia.html

Jorge Aulicino

Me imagino que soy el mar

Me imagino que soy el mar
y que la tabla con los diez mandamientos
golpea mi superficie
y se va a lo más hondo.

No sé qué va a pasar.

Héctor Viel Temperley

viernes, 2 de octubre de 2015

DESENCANTO

V

Por momentos, alcanzás
a hilar fino en tu desgracia y tarde
te das cuenta del engaño,
cuando el cansancio
es más grande que el deseo.
Entonces yo te escucho y pienso
que a veces la vida se ve así
como un árbol caído
y los dos
creemos que más cierto que el verano
es este invierno, la apariencia
que en la ventana adquiere
bruscamente 
lo que se vuelve inmóvil.

Paula Jiménez España.


jueves, 13 de agosto de 2015

El telégrafo luminoso

Me hace feliz ver en la noche los destellos de un poema
en los límites del universo que acabo de abandonar. Entiendo
que todo lo que amé sigue viviendo, y eso me basta.

Raúl Gustavo Aguirre, Obra poética, Ediciones del Dock, 2015.



viernes, 3 de julio de 2015

Fuera del tiempo

Olvidé las horas muertas:

vi el agua,
la flor de mayo y tu nombre
tatuado en la arena.

Fue cuando el tiempo
dejó de existir.

De Espina de maguey, Mariana Vacs (Rosario).

Soneto XXIII

En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se encogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera

por no hacer mudanza en su costumbre.

Garcilaso de la Vega

lunes, 22 de junio de 2015

Visión para tarjeta postal - Antonio Preciado

En la mitad del día,
un poco hacia la tarde,
veo que permanece florecido
el árbol de cerezas y de pájaros,
y al final de una hilera
de recuerdos y amigos,
un sol reverberante
que me tiende la mano.

de De sol a sol (1976).


lunes, 30 de marzo de 2015

Presentación de Niní Bernardello en el Encuentro de la palabra 2015

Buenas tardes. Bienvenidos a este ciclo en el que, como ustedes sabrán, hoy tenemos dos invitadas de lujo. Dos mujeres que llegan del interior de nuestro país para ofrecernos su poesía. Aquí a mi lado, Niní Bernardello, poeta y artista plástica nacida en Cosquín, provincia de Córdoba, que desde 1981 vive en Río Grande, provincia de Tierra del Fuego. Publicó los libros de poesía: Espejos de papel (1980 - Reeditado en 1994), Malfario (1985), Copia y transformaciones (1990), Puente aéreo (2001) y Salmos y azahares (2005). La Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco editó su trabajo antológico: Cantando en la casa del viento, en 2001. Además esta autora participó en diferentes antologías. Quiero contarles que tuve el honor de conocer personalmente a Niní hace cuatro años cuando presentó en la Casa de la Lectura su libro Natal y todavía resuenan en mi interior algunos versos: “Cubre el espacio el color de tus ojos / se repliega el cerro, el cielo y el mar. / Destreza del amor que reconstruye / casa y rostro en un instante”. Un año más tarde la encontré nuevamente, pero esta vez, en casa de Diana Bellessi, allí charlamos un rato sobre pintura y libros, y hoy tengo el honor de presentarla aquí. El Suri Porfiado editó su libro Agua florida en 2013, allí, esta maravillosa poeta, nos habla del paisaje de la provincia de Buenos Aires y en sus poemas aparecen personajes como Juan Moreira o el Gauchito Gil, y en sus versos se revela una lucha que no acaba, así, Niní Bernardello, con una violenta delicadeza logra movilizar a quienes transiten por su poesía, en especial, cada vez que el verso se sacude y nos susurra al oído: “Pienso por qué / a la suerte se le antojó siempre / sangrar de este lado de la vida”. Qué más decirles de esta gran poeta, de esta autora que en un verso lo dice todo: “Camino dentro de un poema / Es como caminar descalza / sobre un cielo de brasas”. Ahora sí, recibámosla con un fuerte y cálido aplauso a Niní que llega desde el confín más austral del mundo para recitarnos versos de su nuevo libro.
Por María Laura Decésare.
En Tecnópolis,

28 de marzo de 2015.

Presentación de Diana Bellessi en el Encuentro de la palabra 2015

Continuando con el ciclo, recibimos con alegría a Diana Bellessi, nacida en Zavalla, provincia de Santa Fe, que vive en Buenos Aires pero durante el año pasa unos meses en su pueblo natal y otras temporadas en su casa del Delta. Para comenzar, quiero recordar una cálida tarde de enero de este año, junto a esta querida poeta, amiga y maestra a la que admiro, y que hoy tengo el honor de presentar. En su casa de Zavalla mientras tomábamos unos ricos mates, que Diana amablemente cebaba, Ingrid comenzó a contarle los preparativos del Encuentro de la palabra y le manifestó su deseo de tenerla nuevamente aquí, y así como quién ofrece una porción de pan dulce “ese que adoraba su Padre” y que había comprado especialmente para agasajarnos durante nuestra visita, Diana con alegría y sin vacilar  aceptó estar presente esta tarde con todos nosotros. Para mi asombro horas más tarde, ya en la heladería/café del pueblo cuando ultimaban detalles de su venida a este predio, no sé cómo fue pero de repente con su dedo me señaló para que fuera yo quién la presentara. Entre la sorpresa por la propuesta, la alegría mezclada con vergüenza, dudé, sí, me quedé muda. En silencio agradecí al cielo por su generosidad y cariño, y aquí estoy… aquí estamos. Ahora sí, qué decir de Diana Bellessi que ustedes no sepan de esta gran poeta argentina, de su infancia en el campo, de su vasta poesía, de sus viajes, de los talleres que coordinó en las cárceles de Buenos Aires, de las becas y premios recibidos: como la beca Guggenheim o el Premio Nacional de Poesía. De su trayectoria podría estar hablando horas pero quién quiere seguir oyéndome a mí estando Diana a mi lado, por eso prefiero dar paso a la autora de La edad dorada que nos mira Desde el ventanal o Cuando canta el gallo y que sabe Tener lo que se tiene, aunque le “faltan rastas en el pelo blanco de tan quemada por el lindo sol de marzo”. Sin demora se aproxima la rebelión del instante con una inconfundible voz, la misma que nos emociona en el documental El jardín secreto cuando afirma que “El mundo se achata cuando no lo amás”. Ahora sí, ya se acerca con sus Pasos de baile ha llegado Diana hace apenas unas horas de su pueblo natal, su querida Zavalla, para venir a leernos sus poemas o poemitas como le gusta decir a ella. Démosle la bienvenida, recibámosla con un fuerte y cálido aplauso como ella se merece.
Por María Laura Decésare.
En Tecnópolis.
28 de marzo de 2015.

lunes, 16 de marzo de 2015

Brazos anónimos - Paula Jiménez España

Brazos anónimos
me llevan a los suyos,
el crucifijo arriba de la cama,
la oscuridad y como un sueño
el comedor lleno de gente.
Creo que siempre sospeché
qué era la muerte, una disipación
o viento loco que levanta
basuritas en el aire
y aunque no saben, los ojos
lloran solos.

De La casa en la avenida.



viernes, 13 de marzo de 2015

Pasos de baile - Diana Bellessi

EKSTASIS

Moverme en lo abierto
como lo hace el cazador

bailar y silbar como el viento
en lo abierto

como la roca en el torrente y la piedra
en el granizo y el mosquito

con sus ojos abiertos
solamente a ello y nada más

en lo abierto
de una forma impensada

sin ver
ya nada, ya nada

Adriana Hidalgo editora

sábado, 21 de febrero de 2015

Soñar con agua y con fuego

Volverse sabio:
decir dos palabras en lugar de ninguna
y una sola
cuando se escucha más fuerte la voz del abismo.

Recibir el día como una propiedad
y de inmediato devolver esa propiedad
a los que todavía no despertaron.

Observar el río correr dentro del río,
rápido como las nubes, persuasivo como las olas.

Sentir la dureza de la piedra y la docilidad del viento
y saber que ambos son argumentos de Dios.

Porque el viento sube a los techos,
y las ráfagas son montañas
y el cuerpo es una ráfaga que se deja llevar.

Volver al lago donde se hundió la infancia
y ver que en su bosque anegado está tu imagen.

Quizás el polvo sea una maniobra de purificación
en cuyo puente estamos solos, suspendidos.

Dar señales de cuál es el lugar
y al instante borrarlas
porque no son claras ni precisas
y todas conducen a un sitio que no es el lugar,
pero que lo anuncia.

Buscar abrigo en lo invisible y en lo callado,
soñar con agua y con fuego.

Rafael Felipe Oteriño en Viento extranjero, Ediciones del Dock, 2014.




viernes, 20 de febrero de 2015

El gato - Baudelaire

Ven, bello gato, a mi amoroso pecho;
retén las uñas de tu pata,
y deja que me hunda en tus ojos hermosos
mezcla de ágata y metal.

Mientras mis dedos peinan suavemente
tu cabeza y tu lomo elástico,
mientras mi mano de placer se embriaga
al palpar tu cuerpo eléctrico,

A mi señora creo ver. Su mirada
como la tuya, amable bestia,
Profunda y fría, hiere cual dardo,

Y, de los pies a la cabeza,
Un sutil aire, un peligroso aroma,
Bogan en torno a su tostado cuerpo.

Charles Baudelaire

Fuente:
http://amediavoz.com/baudelaire.htm#37. EL GATO


Yiyi by MLD